El tijeretazo histórico a la NASA por parte del gobierno de Estados Unidos tiene una clara damnificada: Europa. Si el Congreso aprueba los recortes propuestos por la administración Trump, la Agencia Espacial Europea, uno de los socios más fieles de la NASA, se quedará sola y con facturas por pagar en los proyectos más importantes que comparte con su homóloga estadounidense.
Contexto. La propuesta presupuestaria de la Casa Blanca para el año fiscal 2026 incluye un recorte brutal para la NASA, que pasaría de 24.800 a 18.800 millones de dólares de presupuesto anual, un 25% menos. Los recortes se ceban particularmente con la rama científica de la NASA, pero también han puesto patas arriba el programa lunar de Estados Unidos y sus socios.
El programa Artemis, que el propio Trump impulsó en su primer mandato, quedará en manos de la industria privada a partir de 2027 con la cancelación del cohete SLS y la nave Orion. La estación lunar Gateway, en la que participan varios socios internacionales, se ha desechado por completo.
Una bofetada a la ESA. Aunque se veía venir desde hacía tiempo (la propia Boeing lo advirtió a sus empleados a principios de año), la cancelación del sistema SLS/Orion tiene consecuencias directas para la Agencia Espacial Europea. La ESA es responsable del Módulo de Servicio Europeo (ESM) que proporciona propulsión, energía y soporte vital a la nave Orion y sus tripulantes.
El primer ESM se usó en la misión sin tripulación Artemis I. Otros dos serán usados en las misiones Artemis II y III. Pero en febrero de 2021, la ESA adjudicó a Airbus un contrato de 650 millones de euros para la fabricación de tres módulos adicionales (ESM-4, 5 y 6), que ahora se quedarán sin usar.
El varapalo no termina ahí. Lunar Gateway tampoco era un proyecto exclusivamente estadounidense. La estación orbital lunar, cuyo lanzamiento estaba previsto para 2027, fue diseñada por la NASA en colaboración con las agencias espaciales de Japón (JAXA), Canadá (CSA), Emiratos Árabes Unidos y la propia ESA.
Como es lógico, muchos de sus componentes estaban en una fase avanzada de desarrollo o fabricación. Thales Alenia Space fabricó en Turín (Italia) la estructura primaria del módulo HALO, que ya se encontraba en Estados Unidos para su equipamiento final. Además, la ESA tenía en fase de pruebas una maqueta de Lunar I-Hab (un módulo tipo hábitat desarrollado en colaboración con JAXA), y en fase de diseño preliminar el módulo de reabastecimiento y telecomunicaciones Lunar View (antes conocido como ESPRIT).
¿Y los astronautas? Estas multimillonarias inversiones europeas, ahora en el aire, eran moneda de cambio para garantizar la presencia de astronautas de la ESA en las misiones a la Luna. La arquitectura de las misiones lunares cambiará por completo a partir de Artemis III.
Teniendo en cuenta que Artemis I fue una misión sin tripulación, que Artemis II cuenta con un canadiense a bordo como tripulante no-estadounidense, y que Artemis III está diseñada para que astronautas de la NASA vuelvan a pisar la Luna, no está nada claro en qué momento veremos a europeos pisar la Luna.
Tras certificarse para actividades extravehiculares en la Estación Espacial Internacional, Pablo Álvarez, el astronauta español de la ESA, tenía planeado comenzar su entrenamiento lunar para usar la futura estación Gateway.
La NASA mira al sector privado. La justificación de la Casa Blanca para este drástico cambio de rumbo es "regresar a la Luna antes que China y poner un hombre en Marte" (las referencias a colocar a la primera mujer en Marte fueron eliminadas de la web de la NASA como parte de las medidas para borrar del mapa las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión).
Para ello, destinará 7.000 millones de dólares a un programa lunar enfocado en "sistemas comerciales que permitan misiones lunares posteriores más ambiciosas". Todas las miradas apuntan al sistema Starship de SpaceX y al módulo lunar Blue Moon de Blue Origin.
Además, reservan 1.000 millones de dólares para iniciar un nuevo programa tripulado con destino a Marte, siguiendo las recomendaciones de Elon Musk, cuya visión comparte el futuro administrador de la NASA y también empresario Jared Isaacman. Un enfoque que prioriza la velocidad y la reducción de costes a través del sector privado, dejando de lado los modelos de colaboración internacional tradicionales basados en contribuciones de otras agencias.
¿La ESA a quién mira? El Director General de la ESA, Josef Aschbacher, ha respondido con la diplomacia esperada. En un comunicado, explica que ya se están celebrando reuniones de seguimiento con la NASA para evaluar el impacto de los recortes.
"De aquí a fin de año, la ESA celebrará la reunión del Consejo a nivel ministerial, decidida a potenciar aún más el papel de Europa en el espacio", dice Aschbacher, añadiendo en una sutil pulla a la NASA que la ESA "se compromete no solo a ser un socio fiable, sino también robusto y deseable".
¿Se abrirá, quizá, a una colaboración más estrecha con China? China, desde luego, está dispuesta a convertirse en "la nueva NASA". Ya ha abierto a colaboradores internacionales la misión Tianwen-3 de recogida de muestras marcianas y la misión robótica Chang'e-8 a la Luna, tal vez consciente de que el vacío de poder que deja EEUU se puede llenar con un mayor aperturismo.
Imagen | Estructura del módulo HALO de la estación lunar Gateway (Tales, ESA)
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Nacho
Un momento excelente para aliarse con China, eso si que le iba a doler a USA.
lagunita
«Ser enemigo de Estados Unidos es peligroso, pero ser amigo es fatal»
-Henry Kissinger
en2
China le abre las puertas a todo el resto de mundo, pero papi USA no deja que Europa se relacione con China, mantener a Europa controlada y sumisa es lo único que les importa a los gringos.
JAVIxcr
Parece ser que USA no sabe cuál es su papel en la historia. Entonces dejemos que los que antes cantaban el nombre de USA con victoria ahora se ahoguen en sus propias angustias al ver que un incompetente los lidera al aislamiento.
xakaka
Una vez más, Estados Unidos demuestra ser un socio voluble e inestable. Europa no puede seguir construyendo sus ambiciones estratégicas —como el acceso a la Luna— dependiendo de un aliado que cambia de rumbo según sus intereses internos.
Es hora de que la ESA busque cooperaciones más fiables y serias, incluso si eso implica mirar hacia otros actores globales que sí respeten los compromisos adquiridos. La autonomía europea en el espacio ya no es una opción, es una necesidad.
parte_equid
EEUU está en crisis, el dólar ya no controla el mercado internacional, su deuda es fatal, y en eeuu su clase política es ignorante, profundamente ignorante, sus soluciones no son tales, solo profundizan el proceso de desintegración imperial, que la fuerza este con vosotros. Este imperio siempre uso al mundo como papel higiénico, incluso a sus subditos, se usa y se tira
ivan5691
Europa le dio la espalda a Rusia con el programa conjunto para una sonda a Marte, ahora le dieron de su misma medicina, ja
anti.united.states
Qué gran aliado de Europa son los Failed States of America... si fuesen un poco más simpáticos, hasta parecerían la Alemania Nazi.
Usuario desactivado
Que les den a los chinos, a los rusos, a los israelitas, a los palestinos, a los saudíes, a los estadounidenses, …
A ver si dejamos de ser en Europa los pardillos del planeta.
Y a todos los quintacolumnistas y traidores a sueldo de países extranjeros: os espera un hoyo en el borde de un camino.
garth
¡Pues que la UE monte su propia base lunar! ¡Con casinos! ¡Y furcias!
dabotin
Pues hay que hacerlo con China, así nos salvamos.
weflero
llevan desde el 69 ,con el mismo cuento, cuanto les falta "poco" ,pum pasa algo y todo el proyecto al garete, normal le hayan dado tijeretazo a la nasa ,50 millones al día se comen, para enseñarte luego dibujitos echos por cgi... ,50 millones al día desde el 69, pero no ,no pueden volver a la luna....,no será que más bien solo quieren el dinero? 🫣
serkam
Aunque le duela a Europa, desde el punto de vista económico, tiene todo el sentido del mundo. La forma de crear cohetes que se ha usado hasta la llegada de las empresas privadas, era insostenible desde el punto de vista económico además de extremadamente lento. Es siempre mejor tomar una decisión dura a tiempo, que dilatar la decisión cuando se sabe que no va a funcionar