Lo que pasa en las Vegas no se queda en las Vegas.
No al menos en el caso del CES, la feria de la electrónica por antonomasia. Allí las empresas precisamente intentan justo eso: que lo que presentan y lanzan no se quede ni mucho menos en Las Vegas, sino que esos productos y servicios conquisten el mundo. De estas jornadas maratonianas para profesionales y medios siempre suele salir un ganador, y este año el ganador es sin duda NVIDIA.
La empresa liderada por Jensen Huang ha dado el do de pecho con una verdadera avalancha de lanzamientos que se centraron en dos sectores. Por un lado, la inteligencia artificial. Por el otro, el gaming. En este último caso las protagonistas absolutas fueron las
nuevas tarjetas gráficas NVIDIA GeForce RTX Series 5000, que vuelven a darle otra vuelta de tuerca a la anterior generación para ofrecer unas prestaciones que sobre el papel son excepcionales. Eso sí,
los precios de estos nuevos "monstruos del gaming" suben, y la tope de gama, la esplendorosa RTX 5090, alcanza ya la barrera de los 2.000 dólares, que se dice pronto. Para ayudar a mejorar rendimiento
tienen un as en la manga: DLSS 4.
Pero es que donde ha habido aún más sopresas ha sido en el segmento de la IA, que NVIDIA está dominando de forma imperial y que ahora quiere llevar más allá. Para empezar ha presentado
un miniPC llamado Project DIGITS al estilo de los Mac mini, pero que por 3.000 dólares se convierte en una sorprendente estación de trabajo de IA.
Y para terminar, Huang mostró su nueva apuesta a corto plazo: la robótica. NVIDIA
Cosmos es el primer paso para los robots inteligentes, aunque aquí los retos parecen enormes y lo de los robots humanoides sigue pareciendo más ciencia ficción que otra cosa. El CEO de NVIDIA se guardó un último comentario de esos que son capaces de
hundir las acciones de algunas empresas: según él, la computación cuántica está en pañales. Que como colofón, la verdad, es bastante contundente.