Ocurre desde hace tiempo. Cada vez que Elon Musk decide tocar una funcionalidad clave de X, alguien sale beneficiado.
En este caso lo ha sido Bluesky. La red social de moda no ha parado de ganar usuarios en las últimas semanas, y aunque está lejos
tanto de X como de Threads, su repentina popularidad ha tenido algunas consecuencias inesperadas.
No solo es que el éxodo de X (antes Twitter), que hace años
benefició a Mastodon ahora la haya beneficiado a ella. Es que ahora
a ese éxodo se han unido algunos medios que precisamente siempre han sido pilar fundamental de la plataforma. Será interesante ver si BlueSky logra ir más allá, pero primero tendrá que superar algunos retos.
El primero, el de
frenar el aluvión de trolls. La plataforma ha pasado a tener cerca de 20 millones de usuarios en poco sdías, algo que supone un desafío a nivel técnico, pero también a nivel de moderación. El segundo, el de si logra ser totalmente descentralizada —de momento eso no ocurre— o se centra en algo aún más crítico:
ganar dinero. Y el tercero —y seguro que hay más—, el de
gestionar nuestro propio ego en esta nueva red social.
Lo cierto es que las alternativas a X, con
Mastodon, Threads y Bluesky a la cabeza, están ahí. Por ahora y a pesar de las críticas parece que X sigue siendo mucho X, pero cuidado, porque Bluesky,
con tan solo 20 empleados, quiere plantar cara al imperio de Elon Musk. Veremos si lo logra.